miércoles, 19 de noviembre de 2025

José Antonio Ortega: “La aceptación y la normalización del pecado es intolerable en la Iglesia”


Recientemente se ha viralizado un vídeo en el que un joven de Sevilla increpa a un sacerdote dominico llamándolo traidor mientras presidía una Misa del colectivo LGTBI en la iglesia de Santa María la Real de la capital sevillana. Nos hemos puesto en contacto con el joven, que reflexiona sobre todo lo acontecido.

¿Podría describir brevemente en que circunstancias se produjeron los hechos?

La asociación “ICHTYS”, la cual organiza actos, talleres y misas de “acogida” a la comunidad LGTBIQ+ convocó una misa el pasado 15 de noviembre en la Iglesia de Santa María la Real. Esta misma Iglesia es la misma que una semana antes negaba las exequias a jóvenes víctimas del terrorismo comunista y socialista, lo cual va contra el Código de Derecho Canónico.

Un grupo de jóvenes descontentos del grupo Orate nos acercamos a la iglesia para ver exactamente de qué trataría la convocatoria (no ponía muy claro si era una misa, una charla…). Efectivamente, confirmando nuestras sospechas, se trataba de un acto de acogida a la comunidad LGTBIQ+, pero no con la intención de iluminarles bajo la luz de Cristo y su Evangelio así como de convertirles, sino con una clara intención de que se perpetúen en su pecado y sigan viviendo en el mismo de manera orgullosa.

Al descubrir que era una misa, los jóvenes pretendíamos actuar al finalizar la misma, pero dada la cantidad de abusos litúrgicos y el esperpento al que acontecíamos, en el turno de la Oración de los Fieles en el cual los feligreses podían compartir (con el beneplácito del sacerdote) peticiones personales (a cada cual más extensa y herética), decidí intervenir aprovechando esa ocasión y reprochar así al sacerdote su actitud desleal tanto a Cristo como a su ministerio. Por supuesto, no podíamos aguantar un segundo más ese bochorno y por eso se decidió actuar en ese momento (no esperando así al final de la misa) para posteriormente abandonar el templo.

¿Por qué denunció con contundencia la apología LGTBI que se hace desde algunos sectores de la Iglesia?

La aceptación y la normalización del pecado es intolerable en la Iglesia. ¿Alguien se imaginaría un altar envuelto con una bandera que apoye el aborto? Sinceramente, en cuanto me enteré de que se iba a celebrar ese acto o misa, no dudé un segundo en mis intenciones. Creo que la infiltración LGTB y de la Ideología de género, consecuencias de una iglesia cada vez más modernista, es uno de los principales problemas actuales que sufrimos y que deben ser acatados de inmediato. Solo tenemos que echar la vista al norte de Europa y ver a los obispos alemanes.

España, “martillo de herejes, cuna de San Ignacio, Luz de Trento…”, esa misma España, esa misma Iglesia española no puede verse prostituida ni vendida al Mundo y lo mundano por 30 monedas.

¿Por qué es esencial que los católicos reaccionen ante el blanqueamiento del pecado?

Cristo, dada la ocasión, no dudó ni un segundo en vociferar la Verdad, en sacar el látigo y emplearlo en el Templo contra todos los judíos que lo penetraban. Es la actitud que todo católico debería tener ante estos bochornos y barbaridades. Si alguno piensa que en estos casos toca dialogar y resolver de manera pacífica y democrática… se ha equivocado de religión. Nuestra religión se defiende con la espada y un Rosario en la mano, no con el catolicismo “hippie” que los modernistas nos quieren vender.

La misma actitud tuvieron los apóstoles, que, pese a ser perseguidos y amenazados de muerte por los judíos, siguieron predicando el Evangelio sin importar las consecuencias.

Tenemos una legión de santos y mártires a nuestras espaldas que observan impasiblemente nuestro actuar. Debemos estar a la altura, y eso tengan claro que no se consigue con tibieza e idioteces.

¿Esperaba tal repercusión de su denuncia y que se viralizase el vídeo?

Esperaba que saliese en algún periódico y que se hiciese viral por redes sociales, pero ni mucho menos que fuese a salir en telediarios, que me escribiesen de los canales generalistas de televisión para intervenir en directo (con los cuales por supuesto nos negamos a colaborar) y que ocupase titulares de decenas de periódicos de renombre a nivel nacional.

¿Ha recibido muchas muestras de apoyo?

Muchas: cientos y miles de muestras de apoyo tanto por redes como de manera personal. Muestras de apoyo por parte de amigos, conocidos y fieles y sacerdotes de todo el mundo que simplemente vieron el vídeo y se pusieron en contacto conmigo para trasmitirme la enhorabuena. Me llenan de esperanza esas muestras de apoyo y me hacen pensar que todavía queda algo de resistencia en la Iglesia… ahora solo queda que se actúe con contundencia, y a ser posible, que no seamos los laicos los que tengamos que enseñarle la sana doctrina a los curas y obispos.

Por contra, ¿ha soportado insultos y amenazas?

Al igual que halagos, también cientos y miles de insultos, amenazas, presiones sociales, mediáticas, etc. Como se pueden ustedes imaginar, me da absolutamente igual lo que digan dichas personas, especialmente porque: 1) no llevan razón; 2) llevan sin pisar una iglesia desde la Comunión.

¿Quiere añadir o aclarar algo?

Animo a todos los lectores, especialmente a los más jóvenes, a que den un paso y colaboren activamente con grupos como Orate que defienden la Tradición hispánica y de la Iglesia. También les animo a que den el paso y militen activamente en la organización patriota que más vean conveniente. ¿Qué les dirán a sus hijos que hacían cuando les pregunten qué hicieron mientras España, Europa y la Iglesia se pudría?

 

Por Javier Navascués

Fuente: InfoCatólica 

martes, 18 de noviembre de 2025

OFRECIMIENTO DE VIDA



Haz esta oración, ofreciéndole toda tu vida, sufrimiento y alegrías a Jesús por:

-La salvación de todos los miembros de tu familia (incluyéndote).
-Las almas de tus familiares que se encuentren en el Purgatorio.
-El arrepentimiento de los pecadores.
-Cubrir las penas que subsisten de los pecados personales ya confesados.

Debe realizarse en gracia santificante (sin haber pecado mortalmente después de la última Confesión bien hecha o tras un Acto de Contrición Perfecto -por amor a Dios- con intención de confesarse a la brevedad posible).

ORACIÓN DE OFRECIMIENTO DE VIDA (Dictada por Jesús y María Inmaculada a Sor María Natalia Magdolna).

Mi amable Jesús, delante de las Personas de la Santísima Trinidad, delante de Nuestra Madre del Cielo y toda la Corte celestial, ofrezco, según las intenciones de tu Corazón Eucarístico y las del Inmaculado Corazón de María Santísima, toda mi vida, todas mis santas Misas, Comuniones, buenas obras, sacrificios y sufrimientos, uniéndolos a los méritos de tu Santísima Sangre y tu muerte de cruz: para adorar a la Gloriosa Santísima Trinidad, para ofrecerle reparación por nuestras ofensas, por la unión de nuestra santa Madre Iglesia, por nuestros sacerdotes, por las buenas vocaciones sacerdotales y por todas las almas hasta el fin del mundo.
Recibe, Jesús mío, mi ofrecimiento de vida y concédeme gracia para perseverar en él fielmente hasta el fin de mi vida. Amén. 
 
Jaculatorias de arrepentimiento:

Jesús mío, ¡Te amo sobre todas las cosas!

Por amor a Ti, me arrepiento de todos mis pecados.

Me duelen también los pecados de todo el mundo.

¡Oh Amor misericordioso!, en unión con nuestra Madre Santísima y con su Corazón Inmaculado, Te suplico a Ti perdón de mis pecados y de todos los pecados de los hombres, mis hermanos, hasta el fin del mundo!

¡Mi amable Jesús!, en unión a los méritos de tus Sagradas Llagas, ofrezco mi vida al Eterno Padre, según las intenciones de la Virgen Santísima Dolorosa.        

¡Virgen María, Reina del Universo, Intercesora de la Humanidad y esperanza nuestra, ruega por nosotros!

                                      -oOo-

Este Acto fue solicitado a Sor Natalia (1901-1992) de las Hermanas del Buen Pastor de Santa María Magdalena de Keeskemet. La Santísima Virgen la favoreció con abundantes locuciones y visiones extraordinarias, durante varios años. Fue una religiosa húngara, nacida cerca de Pozsony (en la actual Eslovaquia), murió en olor de santidad.

lunes, 17 de noviembre de 2025

¿CÓMO NO LLAMARTE CORREDENTORA?



“¡MADRE!
En Nazaret, noche oscura, el ángel te saludó;
tú, Virgen pura y segura, “Hágase” dijiste…
¡Con tu Fiat temblaron los infiernos, y comenzó la Redención!

¿Cómo no llamarte Corredentora, si en tu humilde habitación,
el Verbo eterno del Padre habitó tu corazón?
Tu "sí" abrió puertas cerradas, tu humildad venció al temor;
y en tu vientre bendecido Dios sembró la salvación.

¿Cómo no llamarte Corredentora, si en Belén, pobre rincón,
acunas al Rey del cielo entre paja y resplandor?
No reinabas en palacios, pero reinaba tu amor;
y al mirar su carne tierna ya sufría tu interior.

Tú cooperas ofreciendo tu obediencia y tu humildad;
y en tu Fiat, Virgen pura, Dios derrama su bondad.

¿Cómo no llamarte Corredentora, si en Caná, con discreción,
insinúas al Maestro el milagro de su amor?
“Haced lo que Él os diga”, fue tu voz de intercesión;
y el agua se hizo vino por tu fiel mediación.

¿Cómo no llamarte Corredentora, si en el Calvario, de pie,
tu corazón —firme roca— sufrió al ver morir al Rey?
No sangraste en tu costado, pero ardió tu compasión;
y en su cruz, con Él unida, ofreciste tu dolor.

¿Cómo no llamarte Corredentora, si en rosario y procesión
vas llevando nuestras penas al trono del Redentor?
Madre fiel que no abandona, tesorera de la Pasión,
eres puente hacia la gracia, esperanza del pecador.

¡Madre mía Dolorosa, Madre del Redentor!
¡Viva la Santa Corredentora que nos lleva al Salvador!
¡Y viva Cristo Rey eterno, Rey del cielo y de la Cruz,
que murió por nuestras almas y nos dio la eterna Luz!”.

J.M.

~Canción popular, no es música religiosa para el templo o la liturgia.

sábado, 15 de noviembre de 2025

EL PACTO CON EL DIABLO



(Una historia real, sobre el poder de la oración y la caridad).

   Hallábase el nuevo Cura en el atrio de su iglesia una húmeda y sofocante tarde de mediados de junio.

   Un tufillo a perfume barato le anunció la llegada de una jovencita que se plantó frente al Párroco en actitud provocativa. Sus cabellos rizados formaban marco a un rostro que, no obstante su expresión de precoz malicia, era aniñado e insignificante. Miraban con fijeza insolente aquellos ojos gatunos. Las manos, al entrelazarse con nerviosa insistencia, hacían tintinear las pulseras.

   En esto hablo una voz que sonaba a fastidio y desenfado:

   – ¡Vaya, hombre! Alegre usted esa cara que no he venido a hacer penitencia, ni a nada que tenga que ver con la religión.
   – Pues ¿a qué vienes entonces?
   – Muy sencillo. Le prometí a mi madre confesarme. Ella está esperándome a dos pasos de aquí. Entraré en la iglesia y me quedaré un ratito para que crea que estoy confesándome.
   – Hija mía...
   – Llámeme Ágata– rectificó ella.
   – No estoy preguntando tu nombre –contesto el Cura– pero has de saber que Ágata viene del griego y quiere decir “bueno".
   – ¿De veras? Bueno será el chasco de que me crea buena a mí– apuntó con tanta viveza como descaro la mozuela. 
   – Aquí donde me ve, acabo de salir del Reformatorio, del re-for-ma-to-rio – repitió recalcando cada sílaba, y empezó a vomitar un torrente de palabras obscenas.

   El joven sacerdote comprendió que tal lenguaje no era más que la proyección del desprecio interior que la rebelde criatura sentía por sí misma, y eso le indicó que habia aún esperanza en ella.

   – Mi único deseo era verme fuera del reformatorio – prosiguió ella – Fui a la capilla a pedir a Dios que me sacara de allí, pero, por lo visto, Él andaría muy ocupado para hacerle caso a una muchacha como yo...
   – Tal vez no se lo pediría con fe – interpuso el Cura.
   – Crea usted lo que quiera. Lo cierto es que no me hizo caso. Y entonces, en vez de pedirle a Dios, le pedí al Diablo.

   El sacerdote palideció. Era algo inusitado: por un extravío monstruoso, la fe la apartaba de Dios y la llevaba a Satanás...

   – Pero el Diablo no sirve de balde...insinuó para sondear a su interlocutora.

   – Ya lo sé. Ni el Diablo ni nadie, inclusive los Curas... Pero le prometí hacer nueve comuniones sacrílegas si me sacaba del reformatorio. Y empecé a hacerlas. Recibí la Hostia y maldecía para mis adentros a Dios y a toda la corte celestial. A la octava comunión me soltaron. ¿Qué dice a esto Señor Cura?

   El sacerdote permaneció  un momento en silencio y luego dijo:

   – Digo que Satanás ha hecho un magnífico negocio. A cambio de esto, que tú consideras tu libertad, le diste el alma.
   – No se ponga usted trágico, hombre, que no es para tanto…
    – Tienes razón; será Satanás el que salga burlado. Bendito sea Dios. Tu alma no le pertenece todavía al Demonio Ágata: aún puedes salvarla.
   – ¿De dónde saca usted eso? – gritó la mozuela casi llorando de rabia.
   – De lo que tú misma has dicho. ¿Por qué has venido a esta iglesia? ¿No ha sido por complacer a tu mamá? Esto es una prueba que a pesar de todo, la quieres mucho. Y el alma capaz de un afecto puro no está irremediablemente perdida. Ven; pediremos a Dios que te perdone y todo lo que me has contado se desvanecerá como una pesadilla. Presa de violentas y encontradas emociones. Ágata respiraba anhelosamente.

   – Me voy  – dijo al cabo con voz jadeante – Usted no me embauca a mí.
   – Entra en la iglesia, y reza Ágata –  suplicó el sacerdote. Y cuando ella, sin decir palabra, le dio la espalda, añadió: – volverás, hija... Volverás esta misma noche.

   Como única respuesta percibió el taconeo de Ágata que se perdía en la calle.

   Perplejo y meditabundo por aquel caso, se sentó en el confesionario, y decidió echar mano de dos armas, las más eficaces en semejantes casos: la oración y la caridad. Oía confesiones y escuchaba cuitas. Y a todos, después de imponer la penitencia les decía: – “Voy a pedirle que me ayude a implorar una gracia especial de Nuestro Señor. ¿Quiere quedarse en la iglesia una hora rezando por un alma que lo necesita mucho?

  Ninguno se negó. Un hombre que debía salir de viaje, lo aplazó. Otros que tenían compromisos los pospusieron. Pronto habia en la Iglesia un grupo numeroso de gente que oraba por aquella alma desconocida. El sacerdote se adelantó hacia el presbiterio y allí comenzó a orar: – “Padre Nuestro...”. 

   Rezó hora tras hora. Sobrevino la noche; el último toque de las campanas descendía de la torre; se apagaban los ruidos de la calle. Quedó sola la Iglesia, y en ella el sacerdote siempre de rodillas... Y la puerta abierta. Era ya pasada la media noche, cuando resonó en el pavimento el repiqueteo nervioso de unos tacones. Cuando la recién llegada se arrodilló a unos pasos de él, continuó inmóvil, sin apartar los ojos del altar por un solo instante. Pero llegaron a sus oídos los sollozos de la arrepentida. 

   – Si  no la espero – dijo después el párroco – puede que, al encontrar cerrada la Iglesia, no hubiera vuelto nunca. 

   Ágata fue desde entonces una mujer ejemplar.

   Así termina el relato del sacerdote que más tarde fue Monseñor Fulton Sheen, profesor de la Universidad de Washington. 

Padre Lauro López Beltrán

Tomado de Integridad Mexicana Nov-Dic, 2001.

jueves, 13 de noviembre de 2025

PARA OBTENER LA PRESERVACIÓN DE LA INOCENCIA DE LOS NIÑOS Y SU PERSEVERANCIA PERPETUA EN EL BIEN



Padre de familia: ¡Preserva la inocencia de tus hijos, cuida su acceso a la red de internet! Emplea claves de entrada, supervísalos durante su uso y pon programas que filtren (solo relativamente) la pornografía. Por ello la PC debe estar siempre a la vista para poder supervisar su empleo.

 ¡Cuidado con los teléfonos móviles con internet! Existen móviles con línea telefónica sin acceso a internet.

Cuántos padres tienen mil cuidados en cuanto a la integridad física de sus hijos, cuidan la puerta del frente pero descuidan la integridad moral de ellos al permitirles un uso indiscriminado del internet sin supervisión, tienen el Enemigo en casa y no lo advierten. Lo han dejado entrar por la puerta trasera y ahora reina en su casa y han permitido que también sus hijos -incluso desde los cinco años- lo traigan en la bolsa, en su teléfono celular con acceso a internet. Estos peligros muchos padres no los adviertan. Y si llegan a darse cuenta, muchas veces ya es muy tarde.

PRINCIPALES RIESGOS:

-Pornografía.
-Sexting.
-Sitios contrarios al catolicismo que hacen dudar o hasta perder la fe.
-Sitios con ideologías políticas disolventes o sectas peligrosas que atrapan a sus lectores.
-Contactar con depredadores sexuales que los engañan diciendo que son de su misma edad.
-Amistades peligrosas que los pueden inducir a drogas o comportamientos indebidos.
-Cyberbullying (activo o pasivo).
-Etc.

No olvidemos que un niño o un adolescente está poco preparado aún para enfrentar estos peligros.

ORACIÓN (MUY RECOMENDABLE):

Virgen Santísima, llena de gracia, Tú que siempre has sido agradable en la presencia de Dios, dígnate bajar tus ojos llenos de dulzura hacia los hijos de los hombres de los cuales la Sabiduría Eterna ha dicho encontrar sus delicias en el hacer de ellos su morada. Mirad no obstante, más especialmente, la edad tierna, que está expuesta hoy más de lo que nunca antes fue, a las asechanzas del mundo. El dragón apocalíptico no quiere dejar sobrevivir nada en el mundo de lo que todavía lleva o pudiera llevar el nombre de Dios y quisiera corromper la inocencia, la espontaneidad y la generosidad de las almas infantiles a fin de volver estéril en ellas para siempre toda inclinación hacia Dios.

Tú que siempre has mostrado una predilección tan singular por los niños, no permitas que el torrente de iniquidad y de impiedad que hoy inunda la tierra vaya a corromper de manera irreparable las tan excelentes disposiciones de sus almas. Acuérdate que ellos son tu herencia, entre todas la más amada, y que en el Calvario en unión con tu  Divino Hijo, te han costado un precio muy alto.

Que tu Corazón Inmaculado se digne recibirlos bajo su misericordioso patrocinio; los confirme en su inocencia y sobre todo en la gracia de la verdadera humildad; que Él se vuelva su refugio y providencia; les obtenga las divinas gracias, especialmente la de fidelidad a la Verdad Divina y haga siempre que, a imagen suya, el fuego que Él encienda en sus corazones no se apague ni se manche nunca jamás. 
Amén.

Nuestra Señora de Guadalupe: ¡Preserva a los niños! ¡Santifica a los niños! ¡Salva a los niños!
San José protector de la Sagrada Familia: ¡Protege a los niños!
San Miguel Arcángel, jefe de la Milicia Celestial: ¡Defiende a los niños!
San Juan Bautista: ¡Ilumina a los niños!.

-Propaga esta urgente oración-

"¡Ay de aquel que escandalizare a alguno de mis pequeñuelos, más le valdría atarse al cuello una rueda de molino y arrojarse al mar!": N.S. Jesucristo.

EL PUDOR ES UNA GRAN VIRTUD PARA HOMBRES Y MUJERES


«El pudor advierte el peligro inminente, impide exponerse a él e impone la fuga en determinadas ocasiones. El pudor no gusta de palabras torpes y vulgares, y detesta toda conducta inmodesta, aun la más leve; evita con todo cuidado la familiaridad sospechosa con personas de otro sexo, porque llena plenamente el alma de un profundo respeto hacia el cuerpo que es miembro de Cristo (cf. 1 Cor 6:15) y templo del Espíritu Santo».

 S. S. Pío XII, Encíclica "Sacra virginitas".



miércoles, 12 de noviembre de 2025

¡¡¡CUIDADO!!!



"No encuentro otro medio más poderoso para atraer sobre nosotros el Reino de Dios, la Sabiduría, que unir a la oración vocal la oración mental, rezando el Santo Rosario y meditando sus misterios". San Luis María Griñón de Montfort.

El Padre Pío tenía Rosarios en todas partes, bajo la almohada, en la mesilla de noche, en los bolsillos, dondequiera... Era el religioso del rosario. Consideraba el Rosario como su arma predilecta contra toda clase de enemigos. En alguna ocasión llegó a afirmar: “ Quisiera que los días tuvieran 48 horas para poder redoblar los rosarios. Cuando le preguntaban por su herencia espiritual no dudaba en afirmar que era el Rosario: “¡Amad a la Virgen y hacedla amar. Recitad siempre el Rosario!”.

"Entre las devociones aprobadas por la Iglesia ninguna más dulce ni más eficaz que el Santísimo Rosario". San Antonio María Claret.

"Con el Rosario, los enfermos recobrarán la salud o no morirán sin los sacramentos". San Francisco Javier.

"El Rosario es la salvación de los fieles". Papa Clemente VIII.

"El Rosario aplaca la justa indignación de Dios". Papa Gregorio XIV.

"El Rosario es una parte y forma de oración, bellísima acomodada a nuestros tiempos, fácil de practicar y muy fructuosa". Papa León XIII.

"El Rosario invita a nuestros dedos, a nuestros labios y a nuestro corazón a entonar una gran sinfonía de súplica y oración, y por estos motivos es la plegaria más grandiosa que jamás haya compuesto el hombre. El Rosario es un sitio de encuentro de los no instruidos y de los sabios; es la escuela donde el amor sencillo se acrecienta en conocimientos y donde los sabios aumentan su amor". Monseñor Fulton J. Sheen. 

"Si nos dieran un programa más difícil de salvación, muchas almas que se condenarán tendrían el pretexto de que no pudieron realizar dicho programa. Pero ahora el programa es brevísimo y fácil: rezar el Santo Rosario. Con el Rosario practicaremos los Santos Mandamientos, aprovecharemos la frecuencia de los Sacramentos, procuraremos cumplir perfectamente nuestros deberes de estado y hacer lo que Dios quiere de cada uno de nosotros". Sor Lucía de Fátima.

Rezar el Rosario es revivir con María los mayores sucesos de la Historia. Cuando lo rezamos nos dirigimos precisamente a Dios Padre que nos ha dado a su hijo Jesucristo, pero lo hacemos poniendo de intermediaria a la Virgen Madre de Dios. El Rosario es una cadena misteriosa formada con eslabones de confianza que nos une indisolublemente al corazón de la Madre de Dios y de los Hombres. Amemos a Nuestro Amado Señor Jesús recordando y meditando su vida en cada Misterio, rezando la oración que Él mismo nos enseñó con el Padre Nuestro, saludando a Nuestra Madre Bendita con cada Ave María, y Glorificando a Nuestro Dios en cada Gloria. En el Rosario se nos hacen visibles las huellas de Jesús en el mundo... hacia el Padre conduce este camino. De perla en perla, de decena en decena, recorremos nosotros los caminos de Jesús. A través de los misterios de su niñez, a través de las estaciones de su pasión redentora, podemos nosotros, con María, caminar hacia su plenitud y glorificación. Sus caminos se convierten en nuestros caminos. Unámonos en oración por Amor a Jesús.

martes, 11 de noviembre de 2025

MEDITAR SOBRE LA PASIÓN


 “Lo primero que podemos obtener al meditar en la cruz y en las virtudes de nuestro Salvador es un profundo arrepentimiento de nuestros pecados que fueron los que ocasionaron su Pasión y su Muerte, un deseo grande de desagraviarlo por las ofensas que le hemos hecho y un esfuerzo continuo por conseguir la conversión de los pecadores.

Lo segundo que debemos hacer al meditar en la pasión y cruz del Redentor es pedirle confiadamente perdón de todas nuestras faltas, convencidos de que fue por obtenernos el perdón que sufrió tan atroces tormentos. Al recordarlos deberíamos sentir un verdadero odio y asco hacia nuestras maldades, y un gran amor hacia quien tanto ha sufrido por salvarnos.

Lo tercero debe ser esforzarnos con toda la voluntad en alejar del corazón y sofocar en nuestra vida las indebidas inclinaciones que nos llevan al pecado. 

Lo cuarto que nos propongamos imitar las admirables virtudes de Jesús, el cual según dice san Pedro "sufrió por nosotros, dejándonos ejemplo para que sigamos sus huellas" (1P 2, 21).

P. Lorenzo Scupoli – Combate espiritual

lunes, 10 de noviembre de 2025

UNA MAMÁ QUE TODAVÍA SE HALLABA EN EL PURGATORIO



El Padre Giuseppe Tomaselli cuenta una experiencia suya con su propia madre fallecida:

«Mi madre fue una persona de gran ejemplo, y a ella le debo en gran parte mi vocación sacerdotal. Iba a Misa y comulgaba todos los días, incluso en la vejez. Jamás dejó de rezar el Rosario. Caritativa, hasta el punto de perder un ojo mientras realizaba un gran acto de caridad hacia una pobre mujer. Siempre conforme al querer de Dios, tanto que cuando mi padre yacía muerto en nuestra casa, cuando yo me pregunté: “¿Qué le puedo decir a Jesús en estos momentos para agradarle?”, ella me dijo que repitiera: “Señor, hágase tu voluntad”. En su lecho de muerte recibió los últimos Sacramentos con fe viva. Unas horas antes de su muerte, sufriendo demasiado, repetía: “¡Oh Jesús, quisiera pedirte que disminuyas mis sufrimientos! Pero no quiero oponerme a tus deseos; ¡haz tu voluntad!” Así murió aquella mujer que me trajo al mundo.

Teniendo muy presente lo que es la Justicia Divina, y prestando poca atención a los elogios que podían dar los conocidos y los mismos sacerdotes sobre mi madre, intensifiqué los sufragios por su alma. Ofrecí gran número de santas Misas, muchas obras de caridad, y donde predicaba exhortaba a los fieles a ofrecer comuniones, oraciones y buenas obras en sufragio de ella.

2 años y medio después de su muerte, de repente se apareció aquí en mi habitación, luciendo muy triste, y tuvo lugar la siguiente conversación:

—¡Me dejaste en el Purgatorio!

—¿Todo este tiempo has estado en el Purgatorio?

—¡Y todavía lo estoy! ¡Mi alma está rodeada de tinieblas y no puedo ver la Luz, que es Dios! Estoy a las puertas del Paraíso, cerca del gozo eterno, y me desgarra el deseo de entrar en él, ¡pero no puedo! Cuantas veces he dicho: Si mis hijos supieran mi terrible tormento, ¡vendrían pronto en mi ayuda!

—¿Y por qué no viniste antes para hacérmelo saber?

—No me era permitido.

—¿Aún no has visto al Señor?

—Tan pronto como expiré, vi a Dios, pero no en toda su luz.

—¿Qué podemos hacer para liberarte de inmediato?

—Sólo necesito una Misa. Dios me ha permitido venir para pedirlo.

—¡Tan pronto como entres al Cielo, regresa para darme la noticia!

—¡Si el Señor lo permite! ¡Qué luz! ¡Qué esplendor!

Se celebraron 2 Misas y algunos días después volvió a aparecerse, y dijo: “¡Estoy en el Paraíso!”

Meditando en esto que he expuesto, me digo a mí mismo: ella llevaba una vida tan ejemplarmente cristiana, y se habían ofrecido por su alma una gran cantidad de sufragios... ¡y aun así permaneció 2 años y medio en el Purgatorio! ¡Nuestros juicios son tan equivocados!»

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Continuemos orando mucho por nuestros difuntos, aunque hayan parecido muy santos, no sea que los dejemos en el Purgatorio largo tiempo por pensar que ya están en el Cielo.

Benditos sean Jesús y María.

sábado, 8 de noviembre de 2025

ORACIÓN DE REPARACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA CORREDENTORA, INDULGENCIADA POR SAN PÍO X EN 1914


Santísima Virgen, Madre de Dios, mira con bondad desde el cielo, donde reinas, a este miserable pecador, tu siervo. Consciente de su indignidad, en reparación por las ofensas cometidas contra ti por lenguas impías y blasfemas, desde lo más profundo de su corazón te bendice y exalta como la más pura, la más bella y la más santa de todas las criaturas.

Bendice tu santo nombre, bendice tus sublimes prerrogativas como verdadera Madre de Dios, siempre Virgen, concebida sin mancha de pecado, como CORREDENTORA DEL GÉNERO HUMANO. Bendice al Padre eterno, que te eligió de manera especial como su Hija; bendice al Verbo Encarnado, que, al asumir la naturaleza humana en tu purísimo seno, te hizo su Madre; bendice al Espíritu Santo, que te eligió como su Esposa. Bendice, exalta y da gracias a la augusta Trinidad que te eligió y te favoreció tanto que te elevó por encima de todas las criaturas a las más sublimes alturas.

Oh santa y misericordiosa Virgen, implora el arrepentimiento de tus ofensores y acepta este pequeño homenaje de tu siervo, obteniendo también para él, de tu divino Hijo, el perdón de sus pecados. Amén.

El 22 de enero de 1914, el Papa San Pío X concedió que los fieles cristianos que recen esta oración con corazón contrito y devoto obtengan una indulgencia de cien días, aplicable también a los difuntos. La presente indulgencia es válida a perpetuidad y sin necesidad de breve expedición.